Hay una profunda emoción en el acto de reconectar con nuestro cuerpo, a menudo alejado de su propia historia sensorial por las demandas constantes de la vida diaria. En un mundo que nos impulsa hacia adelante, sustentado por construcciones sociales que dañan, tensan y deterioran nuestro cuerpo, recuperar esa conexión se convierte en una necesidad. Plantear preguntas desde esta realidad fragmentada podría abrirnos la puerta para volver a sentir y reconectarnos con nuestra esencia. Esta muestra explora la danza como una expresión llena de emoción. Aunque su naturaleza es efímera, busca ser preservada mediante imágenes en movimiento y dibujos. Estas múltiples representaciones permiten que una misma secuencia sea vivida una y otra vez desde diferentes ángulos y significados.